Narcocorridos, el "negocio redondo" de las canciones prohibidas

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Los exponentes más populares de este género musical son garantía de “sold out” desde los primeros minutos de venta

Apenas se abre taquilla en línea y en cuestión de minutos agotan boletaje aun cuando el costo de las entradas supera las tarifas del promedio de espectáculos. De 2 mil 250 pesos para ver a Flans y Pandora hasta 3 mil 735 pesos por conciertos de Junior H. El “gancho” es que él como muchos exponentes del género de narcocorridos y en su versión más reciente, los corridos tumbados entonan canciones prohibidas por la reglamentación gubernamental que tan sólo en mayo pasado al municipio de Chihuahua le dejó en la Feria Santa Rita casi 3 millones de pesos en multas.

Desde que tramitan los permisos ante la Subdirección de Gobierno del Municipio de Chihuahua entregan su lista de cancionesse les pide una fianza de aproximadamente 674 mil pesos por cobro anticipado en caso de incurrir en apología del delito, si no los cantan se le devuelve el dinero al artista y en caso contrario, de ahí se cobran.

Sólo por ese concepto en Chihuahua capital, las presentaciones de artistas de ese género en el evento más importante del año en la ciudad, la Feria Santa Rita realizada en mayo pasado generó una recaudación de 2 millones 800 mil pesos en multas por cantar narcocorridos. Un ingreso extra para el gobierno municipal, del cual aproximadamente el 37.44% desembolsó Junior H; el 32.68% se le cobró a Luis R. Conríquez y el 29.88% fue el pago que asumió Marca Registrada, mientras el Grupo La Sierra no registró sanciones.

Con información de la Secretaría del Ayuntamiento de Chihuahua, la multa aumenta con base en el número de temas bélicos que incluya el repertorio del cantante (en el transcurso del concierto), más sanciones por riñas, sobreaforo e ingreso y venta de alcohol a menores.

En el caso de Junior H la multa ascendió a 1 millón 104 mil 831 pesos, de los cuales 674 mil 310 pesos fueron tomados del depósito de garantía previo al concierto y el resto se le solicitó liquidación al patronato de la Feria; la sanción para el intérprete fue por haber presentado un espectáculo que se conformó en un 80% de corridos tumbados.

En tanto que Luis R. Conríquez en el Palenque entonó al menos 20 narcocorridos y la multa fue de 915 mil pesos; finalmente Marca Registrada reportó una sanción de 780 mil 163 pesos.

La indiferencia del gobierno no resulta ajena a los ojos de los ciudadanos, las autoridades han implementado estrategias de regulación y campañas de concientización para abordar los problemas asociados con los narcocorrido y se ha buscado un acuerdo entre la industria musical y el gobierno para fomentar la creación de composiciones más positivas alejadas de la glorificación del crimen.

Los resultados demuestran que las campañas no han funcionado, prueba de ello es la ciudad de Chihuahua donde existe una ley que prohíbe la interpretación de narcocorridos, “a manera de prevención”, días antes de su presentación el artista deposita a fondos municipales cierta cantidad de dinero que supera los 600 mil pesos, en caso de incurrir en estas faltas, la fianza es para el gobierno chihuahuense; a la fecha no existe un artista conocido por cantar melodías que hacen apología del delito que haya evitado hacerlo, “la multa lo vale”, la pregunta es ¿también para las autoridades?

A pesar de la controversia, este género de la mano de los hoy muy populares corridos tumbados crece como la espuma. El artista ha encontrado con ello fuentes e ingresos significativos al mismo tiempo que la influencia de los mismos provoca preocupación sobre su impacto en los jóvenes y la percepción de la violencia.

 

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